¿Buscas trabajo? Piensa en los drones
Desde la vigilancia de la agricultura o los incendios hasta la de los tendidos eléctricos, empiezan a aflorar oportunidades laborales relacionadas con el uso de estas aeronaves
Aún es difícil ver drones surcando el cielo en España, pero las noticias sobre el creciente número de tareas que pueden desempeñar estos aparatos, algunas verdaderamente insólitas, o las que se refieren a los sueldos que pueden llegar a cobrar sus pilotos han creado una especie de fiebre por estas aeronaves en nuestro país. De hecho, ya hay un buen número de academias en España en las que se puede obtener la licencia de pilotaje.
David Vos, el responsable de Project Wing de Google, hace pocos días anunció que la tecnología de drones robóticos que desarrolla la empresa californiana podrá ser usada en el futuro en aviones de transporte de pasajeros sin tripulación, algo que transformaría el sector aeronáutico. No está claro, en cambio, que proyectos como este o el del famoso envío de paquetes a domicilio de Amazon terminarán haciéndose realidad, o si crearán más puestos de trabajo de los que destruirán.
Mirando al presente ya es posible encontrar en España algunos ejemplos que ilustran cómo el sector está ofreciendo oportunidades laborales. Hace pocos días se supo que Endesa ha desplegado 14 drones en España y está formando a pilotos para revisar el tendido eléctrico, un trabajo que complementará al de los helicópteros que realizan actualmente esta labor.
La pequeña empresa española Überbaum también está creando negocio: produce drones para agricultura y ofrece servicios basados en ellos para trabajos agricolas, forestales y de medioambiente. Ya han comercializado un dron fumigador y otro modelo que abarca tareas que van desde la vigilancia del campo hasta el mantenimiento de estructuras a gran altura.
Überbaum cuenta con cuatro socios y cuatro empleados con perfiles bien diversos: un ingeniero industrial, un ingeniero forestal, un farmacéutico, un licenciado en Administración y Dirección de empresas, un ingeniero aeronáutico, un técnico de diseño industrial, una ingeniera forestal y una licenciada en Bellas Artes.
La empresa tiene un año y medio de vida, pero comenzaron hace tres años a desarrollar los drones. Según su director, Miguel Ángel Sanz, conviene ser cautos y no dar por supuesta la abundancia de oportunidades laborales: “hay una burbuja de empresas de drones y muchos cantos de sirena diciendo que hay trabajo seguro». La mayor pega, en su opinión, es que «hay mucha gente que trabaja sin licencia”. Sanz considera que es preciso «trabajar mucho en desarrollo, hay que invertir dinero y tiempo. Para nosotros fue importante que nos cogieran en una aceleradora de empresas de la Junta de Castilla y León, ADE 20 y 20, que nos ha ayudado mucho para redefinir la forma de trabajar, de encontrar clientes”.
Jaime Guillot es director ejecutivo de Drone Spain, una empresa especializada en la filmación de vídeo con estas aeronaves. Explica en conversación telefónica que entre las nuevas ocupaciones que pueden surgir se encuentran las de mecánico de drones, analista de datos —un trabajo cualificado que suelen desempeñar ingenieros de telecomunicaciones— y operador de cámara, para obtener grabaciones de mayor calidad cuando se usan drones equipados con dos cámaras.
En los tres casos, el sueldo en estas ocupaciones puede ser superior al de un piloto. “Si un piloto es autónomo y cobra por proyectos, puede ganar mensualmente unos 1.200 euros netos. Si está en la nómina de una empresa cobra unos 18.000 euros anuales”, especifica el experto. A pesar de que estas cantidades no son muy elevadas, Guillot explica que aprender a pilotar drones “es una inversión de futuro. Los pilotos acabarán especializándose y todos los que empiecen ahora llevarán ventaja”. ¿Hay oferta de trabajo? «Aún no hay mucha. La cosa buena para los que desean dedicarse a esto es que no hay muchos pilotos cualificados. He entrevistado a 32 candidatos en las dos últimas semanas y sólo he contratado a dos. La mayoría no tienen suficientes horas de vuelo».
Para obtener horas de vuelo se puede acudir a clubes de aeromodelismo especializados, aunque no existe un procedimiento estandarizado que fije el número exacto de horas de vuelo de un piloto de drones. En cambio, la destreza, que obviamente aumenta con la experiencia, sí se puede evaluar.
Las empresas dedicadas al diseño y producción de estas aeronaves ofrecen también oportunidades profesionales. En el mismo caso se encuentran las que imparten formación, aunque Guillot se muestra crítico con estas últimas: «Algunas academias crean un programa extenso para justificar el número de horas que se imparten, pero meten morralla en el temario y a la hora de la verdad solo una mínima parte se relaciona con la enseñanza sobre drones». El experto también apunta a las clases prácticas y al examen: «No es competitivo. El examinador, a diferencia de lo que sucede en una autoescuela, es el propio profesor».
Otro de los problemas a los que se enfrentan los que quieren trabajar en el sector, bien sea como autónomos o en una empresa, es que aún no hay una regulación definitiva sobre el uso de drones. La normativa actual se aprobó el año pasado y aún no contempla por ejemplo que los drones puedan sobrevolar núcleos urbanos al aire libre, aunque es posible que la ley definitiva sí lo permita. Seguramente serán muchos quienes la esperan para ganarse la vida en el cielo.
(fuente EL PAÍS)